"Una frase común que describe el rol del fútbol en la sociedad es presentarlo como “pasión de multitudes”. En efecto, además del carácter lúdico que ofrece a quien lo practica, se trata de un deporte que involucra al colectivo, compromete en el éxito y trasunta en la frustración, de acuerdo a los diversos resultados que implica su desarrollo.
Caldera da cuenta de esta pasión, por medio de su quehacer pictórico. Evidentemente, sus emociones se ligan estrechamente con el destino del Club de Deportes Everton, de Viña del Mar, su ciudad de origen y vida, que ha celebrado recientemente cien años de existencia; también con
Unir la pasión del fútbol y la pintura, constituye una manera de expresión que permite tender un puente entre estas formas de comunicación, colabora a recrear, a valorar, a comprender desde la perspectiva de lenguajes diferentes, las múltiples convergencias que la creación ofrece al expositor. Como si abriéramos la vieja Revista Estadio, o escucháramos los comentarios de Renato González –Mister Huifa-, Julio Martínez -Jumar- y tantos otros, la exposición salta a la galería de arte como si ésta fuera la cancha, se potencia con las anécdotas, los recuerdos, los acontecimientos memorables, los protagonistas de una jugada, de un logro. Podemos asimilar el trabajo de Patricio Caldera a un gol artístico, gol de taller, que hace un pase desde la dimensión lúdica del fútbol a la expresión apasionada del arte, una exposición integradora de vivencias. En torno a la pelota se traza una historia, con pinceladas vitales, emociones, recuerdos, en feliz coincidencia con el centenario institucional del Ever (for ever) y con los éxitos deportivos alcanzados recientemente por
Jorge Salomó Flores, Magister en Historia.
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